jueves, septiembre 07, 2006

fui preferente (y tengo calzador)

Preferente.
1. adj. Que tiene preferencia o superioridad sobre algo.
(RAE.)






Un poco de suerte y algo de la experiencia acumulada en tantas idas y vueltas transatlánticas hicieron que el último vuelo Bs.As-Madrid, lo hiciera en Primera. Bueno, lo que antiguamente se llamaba Primera porque ahora -no me pregunten porqué- es Business o, claro, para las líneas aéreas españolas defensoras de la lengua madre Clase Preferente; la preferida por todos y en la que te prefieren por sobre todos. --(lo unico que los ibéricos no traducen pero pronuncian tal cual como sonaría en castellano es a ESPIDERMAN*)

No puedo negar que la española es una denominación mucho más precisa que la de Business...lo que quiero decir, con temor a exagerar y tras haber experimentado la Primera en carne propia, es que si en estos tiempos modernos de hoy hay una encarnación perfecta del clasismo, esa es la división de asientos en los vuelos comerciales; castas casi infranqueables de cómodos e incómodos, de insomnes y grandes soñadores, de "un vacito de coca y gracias" y "champagne brut nature y que más va a querer", de ...en fin, de los que pueden y los que no pueden, sin más y sin ninguna otra explicación.
Que se yo, en otros ámbitos la diferencia se cuestiona, y hasta se inventan razones para justificarla o se oculta para no hacerse tan evidente, pero en esto de las clases de asientos no existen pruritos, no hay culpas: pagué más, merezco más y no se habla más.
El de Primera no espera y nadie reclama lo contrario. El de Primera mira la cola de lejos, como en un travelling hacia adelante mientras avanza despreocupado hacia el check-in, y nadie dice nada.
El de Primera se despatarra en su cama-asiento mientras el clase turista que embarca más tarde (porque él si tiene que esperar) lo mira sin dejar de caminar -resignado y sin chistar- hacia su asiento, allá, al fondo del avión, bien pegadito al de al lado.
Durante el vuelo la diferencia en el trato es abismal. También es evidente, solo una cortinita separa el helado de Freddo del flan de plástico turístico. Y tampoco nadie dice nada. No hay reclamos, ni piquetes. ¿Por qué en los vuelos nadie exige a gritos "asientos-cama para todos" "igualdad: somos todos preferentes"?
Supongo que será una cuestión de necesidades cubiertas. La diferencia ética entre aquel travelling en el hall de ezeiza con el de la villa 31 desde el auto y a 100km por horas en la autopista 9 de julio, es justamente el hall de ezeiza: viajar en avión ya es un privilegio y si entre privilegiados hay preferentes solamente es eso, un poco más de suerte. En fin, que hay otras injusticias más injustas. Por eso nadie tampoco te va a tildar de insensible social si, orgulloso y con una sonrisa, gritás: ¡Yo fui preferente! Así, sin más, y ostentando en tu mano derecha la prueba irrefutable: un calzador de plástico, (todavía vigente elemento del kit sanitario de regalo).
Qué sé yo, si eso te sirve de algo.

*hombre araña

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